Después de haber tenido la oportunidad de ir a figurar allá por los New Yores y todavía bajo la euforia de la final Alianza vs FAS (pasando un ratitín en El Salvador del Mundo), decidimos seguir alargando la fiesta en los alrededores de dicha plaza y coqueteados por frituras y otros menesteres llegamos mano a mano a “Pura Vida”,
“Pura Vida” entró en nuestro radar en una típica noche de Viernes en la que en lugar de ir directo a nuestras casas, solos y desmarados, a llorar y abrazar nuestro peluche de Alf escogimos buscar consuelo y transferencia emocional en los triglicéridos (y en una que otra bebida espirituosa)… fue en estos ámbitos que nos volvimos regulares de este lugar y que ahora venimos a compartir.

NO HAY PROBLEMA!!
Comenzamos nuestro “brete” culinario con una entradita muy típica de nuestros hermanos costarricenses: Los Patacones,
El plato consiste en tajadas de plátano verde fritos, aplastados y pasados por aceite hasta una segunda vez para darle la textura y el sabor deseado,
Combinarlos con unos frijolitos refritos, quesito fundido y un toque de salsa Lizano hacen que el zoológico estomacal despierte y exija más comida.
Otro plato por excelencia, que podría ser considerado una entrada o un plato “no tan fuerte” (à la light) es la orden de Chifrijo (etimológicamente, CHIcharrón y FRIJOles),
De la manera que va la leyenda, este invento de los josefinos, se cree que se originó en una cantina de las que rodean a “La Cueva del Monstruo” durante el eterno duelo del Saprissa vs La Liga.
Al detalle, el plato incluye (pero no se limita a) frijoles con arroz, trocitos de chicharrón de carne, chirmol, tortillitas fritas y los famosos “olores” como ajo, cilantro y juguito de limón; todo lo anterior se lleva muy bien acompañada de una cerbatana bien helada y la mezcla de los chicharrones con los frijoles exacerba el antojo de más fritura y una birria bien fría, como dato inútil del día, este fue uno de los platos del jugador salvadoreño Cheyo Quintanilla (cuando militaba en La Liga).
El siguiente aperitivo lo tenemos en manos de los Tacos Ticos Mixtos, unos sucesores espirituales de los clásicos tacos mexicanos que conocemos y amamos pero con su variante: Vienen siendo rollitos de tortilla de maíz rellenos con carnes de res y/o pollo y todo esto sumergido a freir,
La orden consiste en 3 tacos acompañados con una orden de curtido y aderezados con sus chorritos rayados de ketchup y mayonesa que definitivamente le hacen upgrade a los tacos congelados “Ya Está” que encontramos en el super.
Navegando por los demás vecindarios culinarios del internet nos topamos (#SinAlbur) con Cocina Costarricense en donde hay una reseña que cronografía los orígenes, ascenso, amores, fracasos y redención de este plato dentro de la gastronomía tica, buena lectura para cualquier interesado (y desocupado) que nos guste aprender trivias irrelevantes para nuestras vidas.
A estas alturas llegamos a los platos que son los principales protagonistas de este post, la razón que hacen que todo valga la pena y las perfectas excusas para elevar (aún más) nuestros colesteroles LDL… en ese sentido bienvenimos a nuestra propia anti-kryptonita (hecha de pura carne de cerdo) en la forma de la ½ Lb. de Chicharrones,
La presentación es básica pero práctica: Cualquier cantidad de chicharroncitos para ajustar la media libra + el mentado pico de gallo (aka chirmol) para sazonar cada bocado tronado y tostadito con el jale de la cebollita y sazón del cilantro.
Ahora bien, reforzando el tema de las guarniciones que el plato anterior nos quedaba debiendo nos encontramos con su siguiente pariente: la Orden de Chicharrones,

Filtro de luz con efecto "emo"...
Esta viene siendo un cacho menos que la media libra (siempre con el pico de gallo) sin embargo va bien emparejada con yuca frita o salcochada, y fue esta última especialidad la que nos dejamos servir para propósitos de cuidar nuestra figura (ya casi ecuatorial).
Si a pesar de todo esto seguimos sufriendo de delirios porcinos, el siguiente plato es el azote de las coronarias y la cereza de estas vainas al tratar de devorarnos la ½ Lb. de Costilla de Cerdo y Chicharrones,
Nada mejor que comer la pura carne del cerdo frita en su propia grasa y para seguir “la pared” de esta mancuerna gastronómica tenemos unas costillas bien carnudas y de hueso tierno,
Es fácil constatar a la vista la grasita quemada que invita al comensal a sumergirse en los brazos de la gula. Un plato no apto para gente de estómago delicado (ni musulmanes).
El plato podría ser un poco seco (o incompleto) para un paladar sensible, por lo cual es válido hacer a un lado el default y pedir por aparte su platillo de limoncitos para darle esos toques aciditos al trato o al pico de gallo.
¿Quiere probar un pedacito de la campiña tica en el finde? Recomendamos probar el ¼ de Pollo, una rica porción de esta ave gallinácea (de preferencia muslo, ya que tiene más sabor :P) acompañada de arrocito y ensalada (NEXT!),
El pollo rostizado a la leña (equivalente a nuestro ritual dominguero de las pupusas) se vuelve toda una experiencia al ver como la carne abandona el hueso de una manera limpia y sentir ese sabor, que sólo la leña y fuego puede proveer posicionan a este plato como una exquisitez.
Todo esto viene acompañado de tortillitas delgadas y chirimol, por lo cual es un plato que lo dejará satisfecho y con el hambre aplacada.
Ahora bien, acá toca rendirle honor a la segunda parte de la premisa que “Pura Vida” nos ofrece… hemos cubierto en alguna medida la parte de restaurante y hoy le rendimos culto a Baco con la parte del bar.
En esta división, “Pura Vida” sabe unir en sagrado festín a los chicharrones de cerdo con el respectivo set de bebidas malteadas, dicha alianza es tan válida como el dúo dinámico de Batman y Robin… o de Calvin & Hobbes… o de las niñas que salieron en el video de “Super Sexy CPR” hace un par de meses… (suspiros)
Más que eso, “Pura Vida” sabe manejar ese típico antojo que el PARcial de cervatanas logra despertarnos ofreciéndonos distintas ediciones de Platos de Bocas Surtidas,
Entre estos mini-tratos encontramos yuquita salcochada, chifrijtos, costillitas, taquitos, consomécitos de res y cualquier otro sustantivo comestible que se deje achicar con terminaciones diminutivas.
Cada una de estas bandejas puede ser pedidas de forma individual o bien haciendo bundling con los siempre-confiables baldes con que amenizamos este tipo de tertulias y departiciones.
La otra alternativa es brindar a nuestro gusto y capacidad pidiendo por menudeo la boca para hacer colchoncito o bien algún otro plato comunal para picar entre todos los que somos y todos los que estamos.
En conclusión, “Pura Vida” destaca la gastronomía tica en sus platos más famosos, los cuales hacen buen maridaje con un par de cervecitas heladas y es en donde cabe decir pasa más como un bar social para chillaxear con la mara (o darse un lunch de oficina) que un full restaurante.
El ambiente es tranquilo, el espacio (y parqueo) amplio y sobre todo, una muy buena opción para departir; de paso ofrecen la conveniencia de un salón VIP para aquellos “conbebios” que queremos tener con más privacidad y confianza, de ahí aprovechamos que el menú ofrezca una amplia gama de “bocas” o platos ligeros que fungen como acompañantes.
Reiteramos entonces nuestra invitación de ir degustar alguno (u otros) de los platos sugeridos y quizás, talvez, hasta apreciar la versión ecológica de Pato Purific.

Quien dijo miedo?
Hasta aquí la crónica de hoy, les pasamos los dato$ generale$ así como las respectivas coordenadas y el fallo culinario de la semana! 😉
Ficha Técnica | |
Nombre: | Pura Vida |
Tipo de comida: | Cocina Costarricense |
Fecha de la visita: | 14-Mayo-2011 |
Dirección: | Av. Olímpica y 67 Av. Sur # 3441, San Salvador. |
Teléfono: | 2298-2945 |
WWW: | Foursquare | Facebook |
Horario: | Lunes – Sábado: 6:45AM – 11PM |
Parqueo: | Propio y calle parking. |
Precios (estimado x persona): | $7 – $10 |
EL highlight: | Los chicharrones… y costillas! |
Calificación:

7/10