Buscando enmendear el error de nuestras indulgencias tras la sobredosis de colesterol y triglicéridos de la semana pasada y de paso quitarnos ese peso de conciencia de gula y glotonería en preparación al próximo 21 de Octubre para cuando traslademos nuestro sitio virtual a uno celestial en esta ocasión visitamos un place que creíamos no apto para hamburguerianos, pizzarianos, costillarianos y demás comparsas culinarios que disfrutan de todo aquello que potencialmente puede matarnos a través de ataques coronarios… en esta edición de ComiendaComida.com, vamos (nuevamente) desde Santa Tecla para el mundo (pero) con “Yemayá“,
“Yemayá” entró en nuestro radar a través del Festival de Puertas Abiertas, en donde han sabido manejar un puesto con buena parte de los tratos que ofrecen y manejan, picados por la curiosidad de degustar comida saludable (y motivados por purificar nuestras arterias) nos adentramos a este mundo obscuro verde del vegetarianismo y veganismo… Fue así que decidimos sucumbir a los brazos de “Yemayá” y tratar de degustar platillos libres de “cadáveres”.
Iniciando la jornada saludable decidimos irnos por un viejo amigo conocido: El Hummus de Aceitunas,
Dicho plato es una pasta de garbanzo con aceitunas de sabor exquisito, ideal para picar. Este plato estrella del medio oriente no puede dejarse de acompañar con trozos de pan árabe.
Disfrutar este “dip” embadurnado con el pan pita se consagra como una buena experiencia al paladar y sólo provoca que nuestro estómago segregue más jugos gástricos como el preludio de un buen banquete.
La plaza de entrada con la que nos dejamos entretener le pertenece a al Ceviche de Champignon,
Habiendo realizado nuestra extensiva investigación metodológica correspondiente (Google) pudimos corroborar los orígenes cholos de este platillo.
El trato consiste en tajadas de hongos (champiñones) con el clásico mix de chirmol: Tomate, cebolla, cilantro y la siempre-cremosa aportación del aguacate; todo esto marinado en los cítricos aliños del buen limón.
Este plato nos pegó… heavy… transcurridas 8 horas ya estábamos en el super comprando los ingredientes necesarios para hacer nuestra propia versión de esta vaina…
… Una hora más tarde ya la teníamos en la refri poniéndose lista y dispuesta,
Y es porque la combinación es ganadora: Cualquier persona bajo el sol disfruta y aprecia (o debería hacerlo) el sabor del ceviche, esta iteración del plato ofrece la flexibilidad que con 20-30 minutos de marinado ya sebástian… y de paso: Todavía MÁS light que si estuviera hecho de pescado/camarones… son hongos… HONGOS! (suspiros)… es una amplia recomendación para todos los Zara manes y modelos de Abercrombie & Fitch que apreciamos el buen sabor y nos manejamos un abdomen para que las nenas jueguen equis-cero.

Los abs de @ComiendoComida...
Ya casi queriendo entrar a terrenos más silvestres nos pasamos a un cuasi-aperitivo (porque realmente estaba mero galán) para elevar la temperatura paladaritiva (dígase proveniente del paladar) dejada por los platillos anteriores, para ese efectos nos dejamos consentir con la correspondiente Sopa de Hongos,
La sopa es bastante espesita, tiene abundante picadillo/puré (a falta de una mejor palabra) de hongos con una textura cremosita producto del toque de la crema de semilla de marañón que hace que no se sienta lípida ni grasosa y con un buen toque saladito de buena mesura 😉
Habiendo repasado lo anterior acá nos adentramos en el reino de las especialidades y platos fuertes, y nada menos para comenzar la sesión con el Steak Ita,
A fuerza de ser sinceros, este es el típico plato que normalmente nos llama la atención porque no tenemos la menor idea en que consiste dada que la descripción de “un filete de gluten de trigo en salsa Ita” podría haber estado escrito en alfabeto cirílico y nos hubiera dicho exactamente lo mismo.

ehhhh... :S
Afortunadamente nuestra valentía gastronómica rindió frutos y para bien, supimos de disfrutar de esta delicia glucoproteína-ergástica amorfa,
En salvadoreño, la consistencia del filete viene siendo como el de un omelette pero más consistente y con una gran capacidad de impregnarse del saborcito de la salsa (a la que le sentimos un toque de tomate con cebolla y trocitos de marañón),
Este trato (y varios de los demás) vienen acompañados con sus guarniciones de vegetales al dente, arroz integral y un bollito de pan (también integral) que amerita full close-up para apreciar el quiebre y composición de esta delicia (hasta semillas de girasol creemos que le encontramos)… recomendado!
Siempre en nuestro tour culinario, decidimos probar las pastas a la “vegan” con su más prominente representante: la Lasagna Yemayá,
Este es un plato que a primera vista engaña, porque parece una lasagna normal (con carne), pero a medida que va cortando y probando el relleno de su interior se da cuenta que el sabor es casi igual al de una buena pasta carnívora.
La proteína de soya-relleno cumple muy bien su función, logrando absorber muy bien los sabores de la salsa y la mezcla de los quesos.
La porción es generosa y no dudamos que lo dejará satisfecho tanto en cantidad, calidad y sabor.
Como próximo plato fuerte (y sintonía con más hongos) elegimos los Champingones Frescos,
Esto consiste en deliciosos hongos bañados en aceite de oliva, cebolla salteada y servidos con arroz integral, pan de la casa (también integral) todo esto sobre una cama de espinacas “al dente”.
No está demás decir que los sabores absorbidos de la cebolla y el aceite convergen muy bien con el sabor de los champiñones, el nivel de exquisitez llegó a tal grado que se nos paso por completo que ningún ser vivo con escamas, pelo o plumas fue dañado para poder realizar dicho trato.
Con respecto a las espinacas… bueno, es un gusto adquirido… así como el masoquismo 😉
Después de este festín vegetariano es sólo justo (y necesario) que busquemos estabilizarnos con el aporte glucémico (pero siempre saludable) de la jornada y nuevamente son varios ítems del menú que nos captura la atención siendo el primero de ellos: La Leche de Almendra,
De alguna forma, en la edad media, europeos desde la Península Ibérica hasta el Este de Asia hicieron tiempo entre sus cruzadas, los tribunales de la Santa Inquisición y la búsqueda del Santo Grial para darse cuenta que si se licúan almendras remojadas en agua se saca una pasta parecida a la leche pero sin el colesterol, lactosa ni demás delicias mortales que la leche animal naturalmente tiene.

Incluyendo la materna... dun dun dunnnn...
“Yemayá” implementa este menjurge nutricional con el toque ÚNICO (à la Ocurrió Así) de las frutas de nuestra elección… para el caso nos dejamos ir con el gusto de la fresa,
Finalmente después del sano comer decidimos cerrar con un pecadillo dulce, por lo cual consultamos la carta de postres y ante dificil escogitación seleccionamos el único postre con que “Yemayá” cuenta: El Pastel de Mora,
Dicho pastel viene sobre un crunch de macadamia y nueces; este trato estaba rico, pero para nuestros gusto goloso le faltó ese 💡 glucémico que deseamos ávidamente.
Un postre recomendado si quiere comer algo “dulce” y light, pero si es amante del azúcar… quizás no sea la mejor opción.
La experiencia de “Yemayá” es una experiencia a ser tenida, tiene demasiados buenos componentes como para no tomarlo en cuenta o dejar de darle la oportunidad.
Por un lado tenemos el tema de la ubicación: Encontrándose a la vuelta (literalmente) del Festival Puertas Abiertas es bastante conveniente agarrar de trip una o la otra cosa y conocer la otra y la una (de alguna forma esa oración hace sentido en nuestras cabezas) y hasta hacerse de algún souvenir (con 20% de descuento solo con efectivo) 😉
Por otro lado está las exposiciones a nivel de fotografía, grabados, pinturas, serigrafía, xilografía y demás artes manuales crípticas y oscuras que aún desconocemos.
Por si fuera poco está el decor… es super bastante agradable, buena iluminación, amplio espacio, fresco… hasta en el baño dan ganas de tomar fotos,
No es de extrañarse que cada de vez en cuando el local ENTERO es alquilado para eventos sociales y ocasiones especiales (léase: bodas).
Hay un componente más de “Yemayá” que no hemos discutido y dado que el cincho (y quincena) ya no nos estiraba tendremos que regresar (por primera vez) la siguiente semana con la segunda parte de nuestra recomendación, para todos los aventureros acá les pasamos los dato$ generale$ y las coordenadas… mientras tanto, pendientes con el complemento (y fallo culinario) 😉